La importancia de un simple gesto

Marcos caminaba un día de vuelta a casa desde la escuela, cuando a un chico que iba delante de él se le cayeron todos los libros que llevaba, además de dos chalecos, un bate de béisbol y una pequeña grabadora. Marcos se arrodilló y ayudó al chico a recoger los objetos desperdigados.

Como llevaban la misma dirección, le ayudó a llevar parte de la carga. El chico se llamaba Alvaro y Marcos descubrió que le gustaban los videojuegos, el béisbol y la historia. Había tenido un montón de problemas últimamente y acababa de romper con su novia.

Después de aquel día, Marcos y Alvaro continuaron viéndose en la escuela, comieron juntos un par de veces y cuando se graduaron acabaron en el mismo instituto. Durante los años en el instituto tuvieron breves encuentros hasta que también llegó el día de la graduación. Tres semanas antes, Alvaro le preguntó a Marcos si podían hablar.

Entonces Alvaro le recordó aquel día de hace años cuando se conocieron por primera vez. «¿Te preguntas por qué llevaba tantas cosas a casa aquél día?» preguntó Alvaro. «Verás, limpié mi taquilla porque no quería dejar desorden a nadie. Había conseguido un montón de pastillas para dormir de mi madre y volvía a casa para suicidarme.» Marcos miró a Alvaro sorprendido. Alvaro continuó.

«Pero después de pasar algún tiempo juntos hablando y riendo, me dí cuenta de que si me mataba, perdería ese momento y muchos otros que podrían seguir. Así que , fíjate Marcos, no sólo recogistes mis libros aquel día, hiciste mucho más. Salvaste mi vida.»

Por John W. Schlatter

Te perdí.. mi buen ‘amigo’ :(

A veces es necesario pedir perdón, para empezar de nuevo y sentirnos bien con nosotros mismos, calmar ese gran dolor humano de sentirnos culpables, por eso estos últimos post’s, ya que a veces se hace daño sin querer hacerlo, sin poder evitarlo, porque cometemos estupideces y quizás un buen comienzo para curar ese dolor es pedir perdón y que la persona nos termine perdonando principalmente.

Todos engañamos alguna vez, somos falsos y embriagadores, nos creemos lo que nos dicen sólo por el afán de lucrarnos a nosotros mismos, simplemente para que la soledad no nos busque, siempre engaños y mentiras; y yo pregunto ¿ Dónde esta la humanidad?.. Cuándo perdimos ese esqueje de nosotros mismos que supuestamente es tan importante para nosotros, pero que nadie recuerda que existe, dónde está esa sabiduria que llevamos tras nosotros, pero que quedo en el olvido, puesto que nadie recuerda como ponerla en práctica, en fin ¿Tendremos que resignarnos? yo creo que no, hay que luchar por los ideales y la supervivencia, pero, ¿A costa de que? Nunca hagas pactos que no puedas cumplir.

Olvidarte, no sé, siempre fuiste mi amigo ante todo, en muchas ocasiones en las que sin motivo alguno y sin poder evitarlo suelto el llanto al recordarte, hoy sólo me queda tu recuerdo y mi triste realidad que es esta soledad.
Reconozco que yo solita me busque todo este problema, pero lo que más me duele es saber que creas que nunca te quise y eso no es así, creo que las personas cuando cometemos algún error, después nos damos cuenta que ese error nos deja una enseñanza y nos ayuda a darnos cuenta de las verdaderas cosas, de los verdaderos sentimientos; pero los arrepentimientos llegan tarde y ya parece que nada se puede hacer.. mienten al decir que perdonan y que no hay rencor pero no es verdad, es una forma fácil de evadirse y de hacer daño a las personas que somos humanos, y como tal los cometemos y los reconocemos, yo lo digo porque lo estoy viviendo, muchas veces me ha pasado que la otra persona cometía errores, y los he perdonado uno a uno con gran dolor pero con ese valor que poca gente lo tiene y de corazón.
Yo sé que aunque le busque la vuelta y por mas que quiera recuperarte no lo voy a conseguir, el dolor de decir «Adiós… Hasta siempre» me supera. No quiero resignarme a perderte, es que te has convertido en mi único pensamiento, aunque ya nada me creas, aunque todo lo que haga sea en vano, ya todo lo eche por la borda, te perdí.
Qué te perdí, que el odio y el rencor que existe en ti por mi, no tiene vuelta atrás, no puedo ni debo intentar buscar soluciones, porque lo he intentado todo. Perdí todo, hoy sin tí ya la vida no tiene sentido porque al irte te llevaste todo de mi… sólo me quedan los recuerdos que difícilmente pueda olvidar. Hay ocasiones en las que me encuentro sola y no puedo evitar recordarte y preguntarme donde estarás y si todavía te acuerdas de mí.

No querí­a hacerte daño. Por eso ahora te pregunto: ¿Me perdonas? perdóname por no quererte verte mal y al final romperte el corazón. Si mi pecado es querer hacerte feliz… pues entonces PERDÓNAME

Déjame corregir los errores..

Estas cerca de mi corazón pero al mismo tiempo estás tan lejos, te he herido, lo he arruinado todo, me he convertido en un monstruo destruyendo tu felicidad.
Soy humana, creo que mi parte humana está siendo cada vez más humana (cada día me equivoco y me derrumbo más), no soy perfecta y por ello cometo muchos errores como todo el mundo, a veces sin darme cuenta, pero yo creo que mi trabajo es intentar que esos errores sólo me afecten a mi, es importante reconocerlos, corregirlos y aprender en todo momento de ellos, que es algo que ya hago y sólo intento ser lo mejor que puedo ser… con la madurez y la humildad que me caracterizan.
No sé como decirte una vez más que me perdones, cada lágrima mía grita desde mi alma que estoy arrepentida, que a la mirada caída no ignores, mirada llena de lágrimas y arrepentida.Y no son palabras fingidas, no amigo, no son mentiras, ahogo gritos en estos momentos porque es horrible el tormento de llegar a perderte del todo.
Créeme que estoy pagando mi error, con tu indiferencia y con tu adiós, el remordimiento no me deja vivir, permíteme empezar de nuevo, perdóname, he traicionado tu confianza y me siento peor que un animal. Yo sé que te defraude y no sabes cómo lo lamento, me odio tanto a mi misma porque prometí que jamás dejaría que nadie te hiciera daño, lo fastidie, te herí a sabiendas de tu fragilidad. ¡Soy una idiota! Perdóname. Y no se cómo decirte que mi vida no es la misma si de mí sigues alejado y más que eso, decepcionado de mí. Porque para mí eres muy importante, por todo lo que hemos compartido, nuestra historia vivida durante 4 años; dolor, tristeza, llantos, locuras, rebeldías, sonrisas, palabras, amistad, alegrías.. etc.
Tienes que darme la oportunidad de dejar corregirme en mis errores porque sino mi arrepentimiento, todo mi dolor o haber dado la cara en su momento diciéndote la verdad con todas las consecuencias.. no serviría para nada. Me gustaría arreglar el malentendido que haya podido causar en estos meses entre nosotros, que esa historia que hubo entre nosotros ‘tan bonita’ no termine tan mal, he hecho mucho esfuerzo por tu perdón durante 10 largos meses, meses de infierno, para terminar de esta manera tan horrible cuando hay mucho cariño, al menos por mi parte.
No sé como decirte que he cambiado, que mis errores he dejado a un lado, que todo ésto me dejó una enseñanza,  que quiero ganar tu confianza de nuevo, la que sé que se ha podido perder en el olvido vacío, en la oscuridad de mis faltas.
Escúchame, mírame a los ojos… ¿qué tengo que hacer para ganar tu confianza otra vez? ¿Qué me toca decir esta vez para que creas que te aprecio? Si te digo que no te volveré a lastimar así, no lo haré, eres…cómo mi mejor amigo del alma, yo sólo quiero protegerte. Perdóname. Si me pretendes perdonar, si me logro tu perdón, si me das otra oportunidad, si tienes confianza en mí, sabré ganármela. Siempre, siempre, te querré. Pero si me dices no, será que no te merezco, que no quieres mi amistad, y que mi vida sin tí será mi eterno castigo. Tú eres el único que tiene la llave de mi felicidad en estos momentos.

Discúlpame, por favor, tú eres lo más importante para mí. Te diré un millón de veces que me perdones, perdóname, perdóname, perdóname.. No sé como decirte “te quiero amigo” porque estoy convencida que si olvidas mis faltas, a mi también me olvidas.

«Hay que vivir aprendiendo a reconocer lo que hay de bueno en lo malo y lo que hay de malo en lo bueno»

Una luz se apaga..

Dios mío, mi alma está vagando en una gran pena.  Aquí me encuentro sentada escribiendo estas líneas con lágrimas en los ojos que poco a poco me ahogan, y me hundo en esta tristeza que me envuelve cada vez más rápido y profundo hasta el último recodo de mi ser, mi diáfana tristeza.  En mi cuadro sin paisaje. Así empieza el camino de las lágrimas. Así, conectándonos con el camino más doloroso. Porque así es como se entra en este sendero, con este peso, con esta carga. Tengo un dolor tan grande que no encuentro consuelo, todos los días es una angustia que no deja de fluir en mis estados.
Me quedó esta espina clavada, ese apagarse de mis ojos, siempre tristes ellos sin naturaleza, se fueron haciendo hondos y pequeños, casi ciegos ante la vida que tengo por delante.
Siento que mis ganas de vivir van cayendo poco a poco, como las hojas de los árboles en otoño, siento que la fe que un día tuve me ha abandonado, necesito palabras de aliento, que no se las lleve el viento, y necesito de lo que tu me dabas, que por mucho que lo busco no lo encuentro.